Accionista Jürgen Grässlin
En relación a la Junta General Extraordinaria de accionistas de Heckler & Koch AG del 19 de diciembre de 2019 se presenta esta contrapropuesta
con respecto al punto 1 del orden del día ‘Remuneración del Consejo de Vigilancia’:
La remuneración habitual de los miembros del Consejo de Vigilancia queda suspendida a partir del ejercicio económico 2019, por lo que los gastos de viaje podrán ser reclamados únicamente en la cantidad fija convenida .
Razones:
El Consejo de Vigilancia no contribuye en la medida necesaria a la transparencia requerida para aclarar y resolver escándalos anteriores y tampoco ha dado instrucciones al Consejo Administrativo para que aplique sistemáticamente la Estrategia de Estados Verdes. Los Accionistas Críticos Heckler & Koch están convencidos que no debe haber
exportación de armas de ninguna clase a estados en guerra o a aquellos que no respeten los derechos humanos.
Encima des esto, el Consejo de Vigilancia se niega a dar pasos concretos que permitan la conversión de la producción de armamento, es decir, transformar las líneas de producción de la empresa para lograr fabricar productos de aplicación civil sostenible.
La propuesta actual del principal accionista, Andreas Heeschen, que pretende introducir, por razones de claridad y transparencia jurídicas, un sistema de retribución total que tome en cuenta por separado la remuneración de tareas comparables en las filiales, es en sí un paso correcto. Sin embargo, no basta dar este paso, ya que, a la hora de calcular su remuneración, habría que tomarse en cuenta la desastrosa situación financiera de Heckler & Koch y la deficiente actuación del Consejo de Vigilancia. En vista de estas circunstancias, lo único que queda es anular la remuneración de los miembros del Consejo de Vigilancia de Heckler & Koch AG.
El Consejo de Vigilancia no parece cumplir sus obligaciones de control frente al Consejo Administrativo en lo más mínimo. Queda esto abiertamente de manifiesto en la larga serie de problemas sin resolver, algunos de los cuales se enumeran a continuación.
La ‘Estrategia Países Verdes’ - un desastre, ya que no aplica consecuentemente a todos los negocios de exportación de armas
La Estrategia de Países Verdes supone que las armas de Heckler & Koch sólo deberían exportarse a países clasificados por la empresa como no objetables. Sin embargo, resulta que esta clasificación no sólo abarca a países de la OTAN y de la UE, como originalmente habían anunciado los líderes de H&K. A partir del verano de 2019, una serie de países con marcadas deficiencias en la observancia de los derechos humanos quedaron incluidos en la categoría de países verdes, por ejemplo, Indonesia, Omán o Malasia. Es decir, Heckler & Koch ha reblandecido su propia Estrategia de Países Verdes.
El Consejo de Vigilancia ha permitido que la estrategia impuesta por el mismo, ya no esté inequívocamente vinculada al respeto de los derechos humanos, debilitando así las directivas tanto del Consejo de Vigilancia mismo como del Consejo Administrativo, lo que acarrea consecuencias mortales para los demás países receptores que utilizan armas de Heckler & Koch.
La posible venta de la empresa – un desastre
Actualmente, el Ministerio Federal de Economía parece tener planes de vender la empresa, el Servicio Federal de Inteligencia (BND) está investigando al respecto. Los medios de comunicación han informado a nivel nacional e internacional sobre la falta de claridad en cuanto a quién es el verdadero propietario y la amenaza en ciernes de la venta del principal fabricante y exportador alemán de armas pequeñas a posibles compradores de dudosa filiación con sede en el Caribe.
La magnitud de la deuda – un desastre
Con una deuda total de 381,7 millones de euros, Heckler & Koch corre riesgo de quebrar, riesgo que muy probablemente no pueda descartarse del todo aunque aumenten las ventas. Ya la revisión del balance advirtió el »grave peligro que amenaza la existencia de la empresa« actualmente.
La falta de confianza en la empresa – un desastre
El creciente deterioro en la relación de confianza entre el personal y la dirección se manifiesta palpablemente en el hecho de que el sindicato IG Metall actualmente esté queriendo comprobar si la dirección, los ejecutivos, el consejo de vigilancia, los accionistas y los financieros están contribuyendo de manera similar a la de los empleados a reducir los gastos, tal y como se había garantizado. Actualmente, los empleados trabajan más tiempo sin reajuste de salario.
Desastre en materia judicial
En lugar de reconocer la sentencia de la Corte Regional de Stuttgart dictada en el juicio a raíz de nuestra denuncia por exportación ilegal de rifles G36 a provincias mexicanas en conflicto, Heckler & Koch interpuso el recurso de amparo ante la Suprema Corte Federal. Aun estando en pleno derecho de hacerlo, los ejecutivos de H&K demuestran con esta actitud que no están dispuestos a reconocer lo desacertado de su proceder.
Nosotros, los Accionistas Críticos Heckler & Koch expondremos en la Junta General Extraordinaria nuestro parecer sobre éste y demás desastres de los que es responsable el Consejo de Vigilancia. Considerando la fallida política empresarial, los miembros del Consejo de Vigilancia habrán de prescindir de toda remuneración en el ejercicio económico del 2019.
Les solicitamos a los accionistas de H&K AG que se unan a nuestra contrapropuesta y transfieran sus derechos de voto a los Accionistas Críticos* de Heckler & Koch que, en la campaña »Aktion Aufschrei - Stoppt den Waffenhandel!«, reúne a numerosas organizaciones (DFG-VK, Ohne Rüstung Leben, pax christi, urgewald, RIB e.V. con la GLOBAL NET - STOP THE ARMS TRADE así como con la Dachverband der Kritischen AktionärInnen).
Contacto: RüstungsInformationsBüro, RIB e.V.,
Stühlingerstr. 7, 79106 Freiburg (www.rib-ev.de, jg@rib-ev.de)
und Dachverband der Kritischen AktionärInnen
(www.kritischeaktionaere.de, dachverband@kritischeaktionaere.de)
Pellenzstr. 39, 50823 Köln
Traducción: María-Eugenia Lüttmann-Valencia